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Mostrando entradas de agosto, 2019

ÍNDICE

#1  |  #2  |  #3  |  #4  |  #5  |  #6  |  #7  |  #8  |  #9  |  #10  |  #11  |  #12  |  #13  |  #14

#1

Me brillan los iris con una promesa de verdad. Tengo las palmas tatuadas, tatuadas de vida; y ya no duelen; Voy perdiendo versos aún haciéndole trampas a la Poesía y voy ganando días y dinero; perdiendo mi alma en los fuegos puercos de Prometeo. Caliento las palabras hasta doblarlas e impongo mi forma y las doblo y doblo hasta que son una y duelen. Persigo sistemáticamente tu cenit; y nacen mis días en Gaugamela: Empiezo con menos pero sé cómo ganar.

#2

Vuelvo a tientas al soneto, de nuevo me mojo y corro, tanteo tu piel y lato, y choco contra la manta, me destruyo, desaprendo, mas no parto de cachorro: tengo callos de ventaja, tu saliva en la garganta. Te persigo en cada verso y estás al final del porro pierdo el aliento buscándote y el humo se me atraganta cargo la rima, disparo y en cualquier alma me meto. No obstante, cada palabra tiene una dueña, mi santa Entre las plegarias de mis voces brotan las esporas, hurgo rabioso en mi espíritu; y las lanzo con la saña de quien se manosea la faringe hasta que vomita. Me exprimo, extraigo lunas del reflejo de tus horas: en paz te entrego mis luces y entonces nada me daña: Y me tanteo y persigo; y vuelvo y todo me agita.

#3

Recojo mi cuerpo del suelo y vuelvo a empezar. Me busco y me encuentro y me pierdo; entre los muros de mis dedos; por los pasillos de mi laberinto; en el refugio de mis manos. A base de desgastar mis yemas apago el Sol para llegar a la primigenia de tu boca, mato la serpiente del estómago y nace el riachuelo nítido; cuento la felicidad en bruto y vuelvo a empezar.

#4

I Voy rascando mis cortezas hasta que me unto de la sabia; me derrumbo empastifado. Me pego a tu alma en un bucle donde voy crementando. II La navaja de tu cuerpo va desgarrándome a medida que pasa el tiempo y tu sombra se alarga y afila. Toquí de mi ignorancia me adentré en tus lunas hasta hundirme en tu luz. III Bailo cueca en mi borrachería y pisando la sombra de los bichos me clavo hondo en tus suelos; y vuelo. Vuelo nuevamente para ahogarme, para hogarme en tu Sol y tu Océano.

#5

I Llego al poema como a la cama, con la esperanza de colarme entre tus labios y respirar tus versos. Íbero hasta las neuronas; Mapuche por tus labios; ¿Por qué has cambiado tu tierra? ¿A qué mares me has cosido? II La noche se abalanza sobre mí y la ropa me pesa, tu saliva se me pega al paladar. Sigo hurgando en mi garganta hasta que encuentro las luces; regurgito el poema. III Resquebrajaste mi cemento con tu furia y de entre las grietas manó mi pasión; mi pasión por la vida y la lucha. Genuflexionado te lamo la poesía hasta que escupo mis significantes y trago los significados.

#6

Soy pasto del reloj, de deterioros, por los tragos y el tiempo que no para; me mato por tu boca y carne cara, perdidas mi olas entre tus coros. Nazco imprudente, lento y sin decoros. Como pétalos frente a la luz clara brotan joyas que brillan en mi cara; la marea hunde su arado en mis poros. Y mato feliz mi individualismo cuando me duele en la sangre el apego, aprieto los colmillos en el lujo. Me bebo la copa y no soy el mismo, ahorco mis demonios y les pego; en vez de alcohol puedo beber tu flujo. En vez de alcohol puedo beber tu flujo, ahorco mis demonios y les pego; me bebo la copa y no soy el mismo. Aprieto los colmillos en el lujo cuando me duele en la sangre el apego y mato feliz mi individualismo. La marea hunde su arado en mis poros, brotan joyas que brillan en mi cara; como pétalos frente a la luz clara, nazco imprudente, lento y sin decoros. Perdidas mis olas entre tus coros, me mato por tu boca y carne cara, por los tragos y el tiempo que no

#7

I Canta el gallo como canto yo y mi tráquea maltratada se queja y llora copíhues y cóndores sedienta de tu piel dulce, siempre dulce. Me fundí a ti sudado y cansado, era un metal maltratado y maleable; ablativamente me uniste a ti y en ese abrazo me templaste. II Llegué a desayunar empapado, después entré en el departamento y me duché; del primer día santiguado por tu útero, no sé si hasta el último. Solo pude beberte después de quemar mis labios europeos con tequila. Me supiste rendidamente tuyo después de vomitar entre mis dientes jóvenes el pisco transparente. III Con los dientes duros; los labios mordidos; la polla húmeda; me pregunto: si aún me ves rojo y ardiente como soy; si aún se transparentan tus bragas; si aún te queman los pezones; si aún me bendices con tu flujo.

#8

I Salo mi verso y lo corto fino; translúcido: se ve tu luz a través. II Vuelvo con la vida a cuestas a tus campos cuando llega la temporada de tormentas. Forjo mis relámpagos de nuevo: cosecho la tempestad hasta que salga el Sol. El resto quiere mi hoz y me compran el fular. El resto quiere mi martillo y beben de mi poesía a escondidas III Riego los suelos con mi voz de la cordillera andina al mediterráneo Me expreso en el alivio amorfo del vómito porque soy un borracho.

#9

Entregado completo a un plan diabólico, me hundo en el adjetivo de tus tetas y marco con mis dedos las metas Te bebo hasta el culo como un alcohólico, me busco y ardo y hallo lo que me triza, florezco de tu lava y soy ceniza. Tu fuego me retuerce los sensores requemándome el cuerpo con su llama, me vuelvo mercancía de tu cama e ignífilo me abrazo a tus calores. Estallo en chasquidos como una rama, estoy de oferta y en los comedores, mas por costumbre dejo que me dores, me comas y pruebes toda mi gama.

#10

Me recubro de capas y capas de mi mismo hasta que arranco mi corteza; fabrico los tapones de mis botellas y encapsulo mis emociones; extírpolas; entrégolas: Os las bebéis. Lo traigo todo más duro que Stalin y más caliente que el Che Me tragáis como soles y lunas; voy perdiendo respiros: acorto mi aliento y me duelen las palabras y me duele la absenta química en el estómago blando. El miedo va derritiéndose en el sudor hasta que el terrón se termina y te me tragas el dulzor; me amargo muy rápido; me duele muy mucho

#11

Chalado por tus piernas y tus tetas me pierdo hasta tu culo endurecido y erecto me dirijo a tu emboscada. Te lamo de tu cuerpo hasta las vetas, tocado por tu cielo ardo en mi nido y muero con mi alma dulce atada. Me encuentras inconsciente mas seguro, flotando en otro mundo -parpadeo- soy presa de tu espíritu más duro, del halo sexual de tu deseo. Tras tanto desenfreno, ya maduro, recojo el fruto exacto del mareo, te bebo, pues me sano, yo me curo, borracho hasta las cejas soy tu reo. Borracho hasta las cejas soy tu reo, te bebo pues me sano, yo me curo, recojo el fruto exacto del mareo tras tanto desenfreno, ya maduro. Del halo sexual de tu deseo soy presa, de tu espíritu más duro, flotando en otro mundo -parpadeo- me encuentras inconsciente mas seguro. Y muero con mi alma dulce atada, tocado por tu cielo ardo en mi nido, te lamo de tu cuerpo hasta las vetas . Y erecto me dirijo a tu emboscada, me pierdo hasta tu culo endurecido chalado por tus pierna

#12

[con la cami acartonada por el semen y balbuceando por el alcohol.] Tengo el dulzor. No obstante te sepo a la acidez refinada de la ginebra: me mato las neuronas porque a mí sí me sobran. Recorro las calles y pisoteo el adoquinado con el caramelo borracho del ron entre los pies. Me oculto entre las sombras exactas que provocas; me deslizo opaco entre tu voz y mis sentidos; pinto el dolor agente de tu luz hasta el placer.

#13

I Amartillo el abismo a mis actos; a tus besos, a mis lágrimas, al alcohol. II Yo soy de acero como una espada. No obstante, mi llanto es de aluminio. Lloro sin deshacerme del peso y me recubro de máscaras modulando mi rostro a conveniencia para derrocar la cueva; y quedarme dentro. Me acorralo en las esquinas y a punta de navaja me quito lo que la vida me ha dado y estallo en mil esquirlas y me hiero solo. III Cansados de existir... hemos encontrado nuevas maneras de rezarles: para que nos escuchen con sus oídos sin tímpanos; para que nos vean con sus ojos sin pupilas; para restregarnos en sus manos sin piel. Son nuevos dioses fabricados a medida en la cadena de montaje. IV Beso, lloro y bebo: me aprehenden y pagano me confieso preso de tu cuerpo; tuyo hasta la próxima.

#14

Inclino mi cuerpo para el vómito y hurgo en mi garganta para encontrar las luces mientras estallo en bilis y descomposición,. Con una familia en las espaldas tengo la fortaleza de soportarme y desintegrarme mientras me creo; de fibra a tela... me tejo inconsciente más automático en un mundo atado... maniatado por si mismo... En el fondo de mi reloj está el olor de tu flujo. Me muevo a tientas en esta transición, del impulso y la deriva al camino y el objetivo.