#3

Recojo mi cuerpo del suelo
y vuelvo a empezar.

Me busco
y me encuentro
y me pierdo;
entre los muros de mis dedos;
por los pasillos de mi laberinto;
en el refugio de mis manos.

A base de desgastar mis yemas
apago el Sol
para llegar a la primigenia
de tu boca,
mato la serpiente del estómago
y nace el riachuelo nítido;
cuento la felicidad en bruto
y vuelvo a empezar.

Comentarios

Entradas populares de este blog

#2

#9

#13