#7
I
Canta el gallo como canto yo
y mi tráquea maltratada
se queja
y llora copíhues y cóndores
sedienta de tu piel dulce, siempre dulce.
Me fundí a ti sudado y cansado,
era un metal maltratado y maleable;
ablativamente me uniste a ti
y en ese abrazo me templaste.
II
Llegué a desayunar empapado,
después entré en el departamento
y me duché;
del primer día santiguado por tu útero,
no sé si hasta el último.
Solo pude beberte
después de quemar mis labios europeos
con tequila.
Me supiste rendidamente tuyo
después de vomitar entre mis dientes jóvenes
el pisco transparente.
III
Con los dientes duros;
los labios mordidos;
la polla húmeda;
me pregunto:
si aún me ves rojo y ardiente como soy;
si aún se transparentan tus bragas;
si aún te queman los pezones;
si aún me bendices con tu flujo.
Canta el gallo como canto yo
y mi tráquea maltratada
se queja
y llora copíhues y cóndores
sedienta de tu piel dulce, siempre dulce.
Me fundí a ti sudado y cansado,
era un metal maltratado y maleable;
ablativamente me uniste a ti
y en ese abrazo me templaste.
II
Llegué a desayunar empapado,
después entré en el departamento
y me duché;
del primer día santiguado por tu útero,
no sé si hasta el último.
Solo pude beberte
después de quemar mis labios europeos
con tequila.
Me supiste rendidamente tuyo
después de vomitar entre mis dientes jóvenes
el pisco transparente.
III
Con los dientes duros;
los labios mordidos;
la polla húmeda;
me pregunto:
si aún me ves rojo y ardiente como soy;
si aún se transparentan tus bragas;
si aún te queman los pezones;
si aún me bendices con tu flujo.
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